Más de un tercio de la población se encuentra teletrabajando. La nueva situación ha instaurado un hábito que ya era común en muchos países de Europa y que en España aún nos costaba aceptar, a pesar de que diversos estudios lo avalan argumentado que eleva la productividad en 6,2%. No obstante, de acuerdo con la investigación realizada por CixaBank Research, podría tener consecuencias negativas para el trabajador.
Las consecuencias del teletrabajo, el estrés y la sensación de no tener tiempo para dedicarnos a escribir, puede generarnos aún más ansiedad y hacernos caer en un bucle, que lejos de ayudarnos, nos aleje del sueño de ver nuestra obra publicada. Por ello, a lo largo de este post os daremos algunos consejos sobre cómo proteger vuestro bienestar, a pesar de las circunstancias para poder ser efectivos durante el proceso creativo de vuestra obra.
Según declara la psicóloga, Luisa Achaerandio, existen ciertos aspectos esenciales que deben ser salvaguardados, incluso si se trabaja desde casa. De acuerdo con sus declaraciones, el trabajador, home office, no debe olvidarse de la prevención de riesgos laborales, tanto en su faceta física como mental.
Debemos tener en cuenta que todo lo que hacemos en nuestro día deja una huella en nosotros. Por lo que si cuidas de ti durante tus horas de teletrabajo, será mucho más fácil que tengas energía y, sobre todo, que tu cerebro responda cuando llegue el momento de enfrentarte a una infinidad de folios en blanco que esperan convertirse en un bestseller.
En sentido, cabe mencionar el reciente análisis publicado por Fellowes, el cual revela que los trabajadores cuyas empresas han optado por el teletrabajo de forma regular, han experimentado síntomas como ojos cansados, dolores de cabeza y espalda. Además de ansiedad derivada de la necesidad de estar siempre trabajando. El no tener un horario determinado y convertir nuestro espacio de descanso en una zona de trabajo, puede agotarnos psíquicamente empeorando nuestra productividad y nuestra capacidad para emplear nuestro tiempo en escribir.
Por este motivo es esencial adoptar una estrategia y horario que nos ayude a rendir en nuestras obligaciones laborarles sin dejar del lado nuestras actividades lúdicas, o el resto de objetivos personales y profesionales que queramos llevar acabo más allá de nuestra empresa, o en este caso, nuestro libro.
Antes de nada, debemos optimizar nuestras labores dentro del horario laborar para poder disfrutar de nuestro tiempo libre con normalidad, como si nos encontrásemos en la oficina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada tres personas sufrirá una afección muscular provocada por la postura y por trabajar desde un soporte inadecuado. Por esto, el primer paso para conseguir teletrabajar con éxito es adaptar tu nueva zona de trabajo, de forma que se asemeje a tu oficina.
De esta forma lograremos diferenciar nuestro lugar de trabajo, del resto de la casa y poder así conseguir poner límites y cumplir con un horario que nos permita ser productivos y felices al mismo tiempo. Fernández Jaria pone en valor este método, aludiendo a la prevención de problemas psicoemocionales debido al teletrabajo.
Lo que nos lleva al siguiente gran tabú del teletrabajo y el que más juega con nuestros niveles de estrés. Es muy importante delimitar un horario laboral. Cuando entramos en la oficina conectamos directamente con nuestro tiempo de trabajo y nos cuesta menos desconectar, una vez hemos pulsado el botón del ascensor en dirección a la salida. No obstante, cuando estamos en casa nos cuesta diferenciar entre el horario de trabajo y el de ocio, por ello es muy importante organizar nuestra agenda con un horario delimitado y, sobre todo, cumplirlo de forma estricta. Debemos aprender adaptarnos a esta nueva realidad sin dejar de lado nuestro tiempo personal, de lo contrario, nos sentiremos culpables y poco productivos y acabaremos alimentando nuestra ansiedad.
Asimismo, una vez hemos establecido un lugar de trabajo y un horario determinado. Debemos tener en cuenta que pasaremos ocho horas delante de un ordenador mientras trabajando, y no sabemos cuánto más tiempo para añadir algunas letras más a nuestra obra. Por esta razón es importante utilizar los consejos de los expertos y seguir la regla 20-20-20. Se trata de esquivar la pantalla cada 20 minutos, dirigir nuestra mirada a un objeto que se situé a una distancia mínima de 6 metros durante, al menos, 20 segundos. En esta misma línea, el profesor de Estudios de Economía y Empresa en la UOC, Manel Fernández, habla de darnos un pequeño masaje en los ojos para ayudarles a descansar.
Es importante confiar en nosotros mismos y no dejarnos amedrentar por lo extraordinario de la situación a la que nos enfrentamos. Dejar nuestros objetivos de lado, supondría un duro golpe y conseguir un equilibrio entre el teletrabajo y nuestra vida personal es fundamental para llevar a cabo cualquier tarea, más aún si requiere de nuestra creatividad, en el caso de que lo que estemos escribiendo sea una novela, para la que necesitaremos tomar perspectiva y evadirnos de la realidad para alcanzar el mundo que queremos recrear en el papel; o de nuestro esfuerzo y análisis crítico en el supuesto de que estemos escribiendo un ensayo o una investigación con base científica.
Recuerda que todo esto pasará, pero puede que muchas empresas decidan optar por el teletrabajo y eso no debe poner en jaque a nuestros objetivos. Esperamos que estos consejos te ayuden a encontrar la armonía que necesitas entre todo este caos y puedes persistir en la creación de tu obra.