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El papel de los docentes para animar a los niños a leer

Escrito por Editorial Circulo Rojo | 04 de octubre de 2022

La lectura es uno de los factores clave en el desarrollo cognitivo de los niños. Funciones como la memoria, el lenguaje, la planificación e incluso el pensamiento crítico se desarrollan con más facilidad en personas que tienen un hábito de lectura arraigado desde la infancia. Por eso y aprovechando que el día 5 de octubre es el Día Mundial de los docentes, desde Círculo Rojo nos preguntamos cuál es el papel de los docentes para animar a los niños a leer.

Estudios como el que publicó la Revista de Pedagogía el pasado 2019, ‘La compleja relación de los docentes con la lectura: el comportamiento lector del profesorado de educación infantil y primaria en formación’, defienden que el papel de los profesores es fundamental para introducir a los infantes a la lectura.

En este sentido, Paola Tapia López reflexiona en su artículo ‘¿Los profesores somos mediadores de la lectura?’ sobre el rol de los docentes. Esta doctora en Investigación de la didáctica de la lengua y la literatura expone que el profesor debe ser el guía y servir de ejemplo a sus alumnos. Además, debe facilitar textos accesibles y hacer sentir a los niños cómodos para que puedan cuestionarse la realidad a través de la lectura.

En este sentido, Paola Tapia López pone el foco en la imposición de la lectura como principal motivo de la escasez de motivación en los menores para acercarse al mundo literario. Por eso, propone utilizar la actividad lectora de forma gratuita, en lugar de como un componente más de la evaluación.

La autora pone como ejemplo una cita de Emilia Ferreiro, psicóloga y pedagoga argentina: “El famoso objetivo: despertar el placer por la lectura. ¿Cómo lo logras? Supuestamente, leyéndoles cosas bellas, pero el maestro también tiene que demostrar que él siente placer; tiene que sentirlo y no solo decirlo. Un maestro que se puede divertir con el texto que está leyendo, muestra que eso es posible, que puede reír como puede llorar y no por ello está loco. Haciendo eso transmite una información fundamental a los chicos”.

 

Cómo incentivar a los alumnos a leer dentro y fuera del aula.


Uno de los mejores recursos para fomentar el hábito de lectura dentro del aula es presentarla como actividad lúdica. En lugar de imponer un examen tras su lectura, lo recomendable sería fomentar debates sobre la misma.

Por ejemplo, una buena forma de convertir la lectura en un ejercicio ameno a la par de didáctico es crear una pequeña biblioteca en el aula. Cada niño puede aportar uno de sus libros y pueden intercambiarlos entre ellos.

Otra gran opción es ofrecer varias opciones de lectura. Ni siquiera los adultos tienen el mismo gusto a la hora de elegir un libro. Por eso es importante ofrecer variedad dentro del aula.

Es importante que los niños se acerquen a la lectura como forma de entretenimiento, de evadirse, no como una tarea de la que no pueden escabullirse.