Has tenido un sueño emocionante que te encantaría plasmar en una novela, pero no sabes cómo hacerlo. O te han contado una apasionante historia que no has podido sacarte de la cabeza. Sí, también vale inspirarse en las vivencias que cuenta la gente mientras va en el bus.
Puede ser muy buena idea tratar de crear algo a partir de eso, ¿verdad?
Hay muchos autores que usan la técnica de lluvia de ideas o brainstorming, que sirve para estimular la creación. Más recurrida en el caso de los autores a cuatro manos, o en libros en los que participan más de dos personas. Aquí no pueden ser criticadas las ideas, es decir: ¡las queremos todas! Ya habrá tiempo de descartar con fundamento, pero lo principal es construir y construir…
Otro truco bastante socorrido entre autores que se hartan de perder a su musa es anotar, mediante la ayuda de amigos, lo primero que se les venga a la cabeza, en base a tres columnas. Es muy sencillo: se divide una hoja de papel en tres partes, cada una titulada como “acción”, “adjetivo”, y “objeto (o sustantivo)”, sucesivamente. Cada participante deberá aportar la primera palabra que se le ocurra para las tres columnas. Así lo haremos con el resto de participantes en el juego, pudiendo repetir si se desea. Una vez rellena la hoja, una mano ejecutora deberá elegir un número que corresponderá a la palabra de la primera columna. Tendrá que realizarlo con las tres columnas, de manera que el autor tenga tres palabras seleccionadas con las que inventarse una frase, párrafo o historia corta. Así puedes empezar…
Otro método es valerse de los rotuladores más llamativos que se tengan por casa y organizar mapas llenos de información. Mentes las hay de todos los tipos: ordenadas, catastróficas, cuadriculadas… Así que tu mapa dependerá de tu método de organización. Incluso puedes ayudarte de fichas para tener controlados a todos los personajes, y así no olvidar nada de ellos, ni mezclar información.
Otra forma muy divertida e ingeniosa es valerte de pósits y organizar la información por capítulos. Puedes usar los colores para diferentes capítulos, y hacer un mural en una pared, una puerta o incluso en un tablón de corcho. Puedes ayudarte de fotos que te inspiren, pegatinas… Piensa que cuanto más organizado y bonito quede, cuando veas tu creación no querrás parar de teclear.