Continuamos en esta segunda parte con seis términos más que podéis apuntaros por si queréis aplicarlos a la hora de escribir, y mantener la intriga de vuestros lectores:
Viene a referirse a algo así como un giro de tuerca, una vuelta inesperada de los acontecimientos, que ni siquiera podías plantearte porque la idea puede surgir de algo que nada tiene que ver con la historia. Un revés dramático perfecto cambia drásticamente la dirección de los acontecimientos, y devuelve a los lectores el interés, el asombro y la intriga. Puede que mucha gente se muestre en desacuerdo con esta técnica, pues al cambiar tanto los acontecimientos, puede entrarse en un debate más profundo sobre las preferencias.
Como usaba este escritor en sus obras, consiste en hacer creer que ciertos elementos de la trama son irrelevantes, siendo los que al final son la clave de la historia, o poseen otro tipo de importancia pero que, al final, son importantes. Es un recurso que, si se sabe introducir debidamente, puede enriquecer notablemente. Por ejemplo, se usa en libros con continuaciones y narraciones más largas.
Cuando damos con una historia cuya construcción está basada en los recuerdos. Si es el personaje principal el que lleva la voz cantante, como lectores, aprenderemos de él a través de vivencias pasadas, que llegan a línea argumental tanto en forma de visiones, sueños, o recuerdos. Precisamente porque este recurso se sale de la línea temporal que sigue la novela, recibe ese nombre ‘de vuelta al pasado’.
En la línea del término anterior, un flashforward sirve para representar algo esperado (así como eventos próximos), o imaginado, que pueda ocurrir en el futuro. O que, a ciencia cierta, va a ocurrir. Son muy recurrentes en libros de fantasía donde el enlace pueden ser las premoniciones, los augurios, las leyendas y las profecías. De esta forma, la línea temporal de la historia se ve alterada con ‘saltos hacia delante’.
Estamos seguros de que si hay alguien que aún no conoce este término, proveniente del inglés, le puede sonar de haberlo escuchado a menudo. Y es que ‘hype’ es referido tanto en la literatura, como en el cine, el mundo de los videojuegos… y viene a resaltar un estado de exaltación y emoción, casi inaguantable. Es por culpa del mismo que, muchas veces, nuestras altas expectativas consiguen chafarnos esa idea preconcebida.
Viene de la palabra "relationship" y se refiere a la implicación emocional o intelectual de los seguidores de una obra de ficción en un romance entre dos o más personajes de la misma. Cuando los protagonistas de nuestra novela del momento, para los lectores, tienen líos amorosos inventados con otros personajes fuera de la trama, evidentemente. No vamos a entrar en detalles con ejemplos porque internet está plagado de ellos…
¿Los conocías todos? ¿Cuáles usarás en tus novelas?
¡Cuéntanos!