El Día Mundial del Medioambiente, 5 de junio, se señala en el calendario desde 1977, por la Organización de las Naciones Unidas. Pese a que la concienciación debe acompañarnos diariamente con nuestros actos y la mejor toma de decisiones, este día nos sirve de empujón para recordarnos que debemos seguir trabajando en ello. Y es que, cuidar de nuestro entorno no debería de costarnos trabajo; estamos hablando de nuestro hogar.
Son muchos los autores que se animan a compartir su amor por nuestro medio a través de sus trabajos, sus cuentos ilustrados y sus novelas.
En su álbum infantil ilustrado, llamado Ballenas, José María Domínguez habla sobre la relación de estas increíbles criaturas del océano con el ser humano, y cómo ha cambiado ésta a lo largo de los años, pasando por la caza hasta su actual situación de protección y conservación. La guía realiza un repaso por las especies más comunes, tratando de despertar la conciencia ecológica en los más pequeños; tanto del cuidado de este animal como de los océanos.
En la obra de Pedro Manuel López Rodríguez, No quiero volver a verte llorar. Homenaje a los héroes que lucharon por una Extremadura con aire limpio y aguas puras: Ecologistas y Agricultores, el autor inicia su historia evocando la belleza de los olivos y las viñas de su ciudad, y realiza un bonito homenaje a todos aquellos que lucharon porque el paisaje que los vio crecer, no fuese apagado por una refinería de petróleo.
En Diario de un ecologista, Mariano Velasco reafirma que la prevención es la mejor arma ante el cambio climático. Actuar en consecuencia y ser conscientes de que nuestros actos tienen gran impacto en nuestro medio. La conservación está en nuestra mano y los únicos actores somos nosotros mismos.
Los principales temas que tratan los autores en sus libros hablan sobre el ahorro del consumo de agua en actividades innecesarias, la reducción de productos tóxicos y contaminantes para el medio, la lucha contra la deforestación, el mantenimiento de los pueblos indígenas y la apuesta por alternativas más ecológicas: como coches híbridos o eléctricos, energías limpias o la conservación de los espacios verdes.
En ensayos como Reciclar es de idiotas, se repasa la supervivencia de la especie humana ante la pérdida de sentido común. Con tanta información existente, y aún somos capaces de organizarnos para ser lo suficientemente eficientes.
Y tú… ¿eres de los que reciclan o se piensan si comprar?
Recuerda que el futuro está en nuestras decisiones.