A la hora de escribir sobre los problemas que existen en desigualdad y violencia de género a los que se enfrentan las mujeres hoy día, conviene tener presente que la base fundamental de este problema es tratar de concienciar de este desde muy jóvenes. Y por ello, si piensas en escribir sobre esta temática, ten en cuenta que lo más importante debería partir de la información de padres a hijos de este riesgo. La educación temprana nos ayuda a construir relaciones basadas en la igualdad y el respeto. Y por supuesto, es necesario normalizar los comportamientos y las actitudes para crear un correcto ambiente entre géneros.
Cuando escribas, trata de empezar mediante unas ligeras líneas generales para conseguir transmitir los modelos de relaciones que estén basados en la igualdad. Como ya hemos mencionado con anterioridad, es primordial normalizar:
A la hora de abordar los temas ‘de relaciones’, es conveniente incluir sutiles matices como:
Piensa que según el público al que vaya dirigido tu libro, puedes inculcar valores y moldear comportamientos. Tienes una gran labor por delante.
Como personas humanas, es normal que a veces, en las parejas, existan diferencias. Sobre todo en la convivencia. Hay que distinguir entre los problemas típicos de comunicaciones, roces sanos, de las situaciones peligrosas. Si no se detiene a tiempo, los problemas se pueden agravar con el tiempo. Las discusiones nunca deben acabar en maltrato, de ningún tipo.
Si te aplicas esa regla a tu vida, hazlo también con lo que escribes.
Llegado a este punto, si queremos tocar el tema de la figura del agresor, hay que tener muy claro el público al que va destinado tu texto. A lo mejor para los adolescentes sí se pueden describir con detalle algunos temas concretos. Sin embargo, si hablamos de un cuento infantil, no sería conveniente tocar ciertos temas.
Por ejemplo, centrando la atención sobre la figura del maltratador:
Para acabar con esta figura, se puede terminar exponiendo que en momentos de ira o agresividad, el autocontrol de uno mismo es lo más importante, que todo se podrá solucionar de una forma u otra, y así se conseguirá un clima de serenidad y bienestar. Nunca es la víctima quien provoca la agresión: ni por sus comportamientos, forma de ser, actos…
Y para finalizar tu proyecto: recuerda que la base de todo radica en la educación recibida sobre la igualdad de género desde joven y, por supuesto, que no podemos trabajar con la teoría: todo conocimiento debe ser llevado a la práctica.