Editorial Circulo Rojo, 09 de febrero de 2021
Asegurarnos de que nuestros hijos comprenden bien lo que leen es crucial, sobre todo, para ayudarles a comprender el mundo que les rodea y que no fracasen dentro del mundo académico.
El sistema educativo está concebido para memorizar. Los acostumbra a almacenar contenido en su cerebro para después vomitarlo sin someterlo si quiera a un pequeño razonamiento. Este no solo falla a la hora de enseñar, sino que desanima a los alumnos quienes se fatigan ante la idea de memorizar millones de libros que no dejarán ningún tipo de conocimiento en ellos.
De acuerdo con la obra del psicólogo José Antonio Barral, Manual práctico para detección de errores y defectos en la lectura y el estudio: ahora estoy preparado, el fracaso escolar está directamente relacionado con la falta de comprensión lectora.
La lectura es la base del estudio, por lo que es esencial que nuestros hijos aprendan a comprender lo que leen. De lo contrario podrían cometer el riesgo de frustrarse y abandonar sus estudios y el hábito de lectura.
Rubén Llorens Esteve expone en su trabajo publicado en la Universidad Internacional de La Rioja, la relación entre las notas obtenidas en los exámenes de distintas áreas académicas y las calificaciones resultantes de las pruebas de comprensión lectora. Asimismo, a través de este estudio, sitúa el foco del problema en los hábitos de lectura de los alumnos y defiende la idea de que la comprensión lectora debe trabajarse desde una perspectiva constructiva que ayude a los niños a comprender lo que leen.
¿Cómo ayuda a nuestros hijos a mejorar su capacidad de comprensión lectora?
José Antonio Barral aconseja, entre otros métodos, leer diez minutos en silencio y cinco en voz alta y después hacer un ejercicio de comprensión cognitiva que les ayude a saber si han entendido todo lo que han leído.
Del mismo modo, diversos estudios recomiendan releer lecturas ya conocidas, ya que puede ayudarles a identificar mejor el sentido del libro y a interiorizar los datos y leer con fluidez.
Aplicar el método ‘Cloze’ también es una herramienta que utilizan diferentes pedagogos para ayudar a sus alumnos a mejorar en la lectura. Consiste en eliminar ciertas palabras de los textos. A través de esta prueba, podemos estimular la capacidad de deducción de los pequeños, obligándoles a centrarse en lo que están leyendo ya que deben encontrar la palabra correcta que mantenga el sentido de la frase.
Otra de las recomendaciones más realizadas entre los profesionales de la educación es llevar a cabo lecturas conjuntas entre los niños y nosotros. Es bueno que se sientan acompañados, por un lado, les ayuda a aceptar de mejor grado la lectura, ya que supone pasar tiempo de ocio con nosotros y por otro lado, les hará esforzarse más en interiorizarlo, para ellos darnos una buena impresión es más importante de lo que creemos. Para optimizar de la mejor forma posible este momento, es bueno hacer algunas interrupciones para comentar lo que acabáis de leer. De esta forma podrán comentarlo y entenderlo mejor.
Por otro lado, es bueno que resumamos las obras que pueden tener un grado alto de complejidad. Esto no se traduce en evitar que lean textos de mayor nivel, sino en darles un pequeño empujón que les ayude a entender la síntesis de la obra y, por ende, a entenderla mejor. En algunos posts ya hemos comentado, la importancia de no aburrirles con lecturas que ya les resultan demasiado fáciles, pero no está demás ponerles las cosas un pelín más fáciles cuando el nivel sube demasiado.
Es importante que la comunicación fluya en ambos sentidos, por eso es recomendable, realizarles preguntas sobre lo que han leído. Esto les obligará a estar alerta y prestar mayor atención a lo que leen.
Es importante vigilar el hábito de lectura de nuestros hijos para ayudarles a tener una buena relación con el aprendizaje. Leer no solo implica un pasatiempo sano y divertido, sino que tiene infinidad de efecto positivo tanto en los más pequeños de la casa, como en los adultos. Por lo que es bueno servirles de apoyo.
